lunes, 3 de septiembre de 2012

7 CLAVES PARA UN BUEN BRAINSTORMING

Casi todos hemos participado en sesiones de brainstorming, pero la mayoría de las veces no se suele llevar a cabo de la mejor manera. Los resultados no invitan en la mayoría de los casos a convertirlo en un procedimiento habitual para la resolución de problemas.
 
Por lo tanto y al menos en el entorno en el que me muevo no se utilizan habitualmente en empresas, escuelas,  instituciones ...
 
 
Enuncio a continuación una serie de consejos para que los apliquéis en vuestras próximas sesiones:
 
1.- Centrar el interés. Empieza con un plantemiento claro del problema, una pregunta abierta, pero no demasiado amplia. Un tema útil para una sesión en muchas empresas podría ser, por ejemplo: "¿Cómo podemos profundizar en la experiencia de los clientes que acuden a nosotros por primera vez?".
 
2.- Atender a las reglas del juego. En las paredes de las salas de reuniones se pueden escribir las reglas para los brainstorming. Incluso en culturas organizativas que rechazan las reglas (como IDEO), los principios básicos resultan instructivos y beneficiosos.
 
Buscar cantidad, estimular las ideas atrevidas, ser visual, retrasar los juicios, las conversaciones de una en una.
 
3.- Numerar las ideas. El hecho de numerar las ideas motiva a los participantes, establece un ritmo y aporta cierta estructura. Cien ideas por hora suponen un brainstorming satisfactorio y fluido, y aunque al grupo casi no le quede  energía cuando llegue a la idea noventa, en la naturaleza humana está el deseo de continuar hasta conseguir un número redondo.

4.- Saltar y construir. Incluso los mejores brainstorming se estancan; llega un momento en el que las aportaciones se repiten o agotan. Es entonces cuando el moderador puede sugerir un cambio: ¿Cómo podríamos aplicar esas ideas a...?. Hay que seguir adelante con una pequeña variación o volver atrás para recuperar una idea interesante y fomentar así la energía.

5.- Utilizar el espacio. Hay que aprovechar el espacio físico para ganar efectividad en el brainstorming, que éste tome forma e inunde la sala: escribir y dibujar los conceptos con rotuladores en post-its gigentes pegados en todas las superficies verticales. Captar las ideas con medios audiovisuales y sencillos que todo el mundo pueda compartir.

La memoria espacial es un recurso poderoso que hay que aprovechar para reactivar a los participantes.

6.- Antes hay que hacer estiramientos. Pide a los participantes que mediten sobre el tema la noche anterior. Prepara un juego rápido de palabras para despejar la mente y dejar a un lado las distracciones cotidianas.

7.- Materializa las ideas. Es importante disponer a mano de utensilios que permitan realizar un prototipo básico de las ideas que surgan. Piezas de espuma, tubos, cinta adhesiva, pistolas de cola, cartulina, piezas tipo Lego...

6 comentarios:

  1. Buenos consejos Paulino, y útiles! Muy cierto el efecto de "numerar las ideas"

    Visto lo importante de la actitud del/de la dinamizador/a no sé si añadiría algo así como una actitud “voraz”, de pedir más de una manera dinámica evitando silencios reflexivos, fomentando la posibilidad de aportar “cualquier idea”. Tal y como decías en el post anterior, hay ciertos estilos que son átonos, aún aplicando correctamente la técnica, y que dan al traste con la dinámica.

    Un saludo!

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  2. Suscribo lo que dices Manel. Un estilo dicharachero y exigente en las sesiones por parte del dinamizador facilita la generación de ideas y evita o minimiza los "atascos".

    La experiencia (que se adquiere con el uso)de todos los integrantes de la sesión es otro factor que ayuda a la obtención de buenos resultados.

    Un abrazo!!

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  3. El rechazo a la rigidez de las reglas no implica que no se pueda (y se deba, en este caso) establecer unas bases sobre las que construir.
    Me parece fundamental dedicar un tiempo y una reflexión a estos principios que citas para envolver las sesiones en el ambiente libre necesario para el desarrollo de esta dinámica. Eliminar el miedo al ridículo, la vergüenza que nos suele acompañar a la hora de aportar ideas, nuestra tendencia a pre-juzgar(nos) antes de decir las cosas en voz alta,... son factores que, en mi opinión, deben mimarse.

    Estoy de acuerdo en la importancia de la figura del dinamizador. Intuición, "cintura", seriedad, ... sin perder nunca de vista el objetivo de la dinámica a la hora de plantear las preguntas adecuadas en aras a la utilidad.

    También me parece importante la presencia en los grupos de personas "no expertas", de cara a aportar ideas desde perspectivas distintas que ayuden a visualizar nuevos enfoques. De esta manera, además, se invita a participar desde la libertad de alejarse del "yo no sé" que nos puede bloquear.

    Muxu handia!!

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  4. Interesantes aportaciones Marta. Una organización que integre con normalidad y frecuencia este tipo de dinámicas es bueno que reflexione en común acerca de los "principios".

    Cuando me refería a "expertos" lo hacía referiéndome a personas que han utilizado estas dinámicas con frecuencia. Comparto contigo la opinión de que en una fase divergente de aportación de ideas (cuantas más mejor), es bueno que las personas que las aporten sean diversas en sus perfiles (profesionales, culturales, generacionales...).

    Muxuak!

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  5. Gracias Paulino por el post. Muy útil en puntos donde a veces como facilitadora encuentro obstáculos.

    Yo trabajo con hombres y mujeres, pequeños empresarios de zonas rurales y les es tremendamente dificultuoso "sacar" la sabiduría que poseen. Después de darle muchas vueltas lo que hago y me funciona perfectamente es al principio de la sesión poner a su disposición una mesa llena de materiales, cartones, rulos, plumas, bolitas, lazos, palitos...

    Tienen que "explicar" su empresa utilizando los materiales y después la comparten con el resto de asistentes.

    Durante unos segundos se quedan chocados y no se mueven (me gustaría grabar la escena porque es muy impactante, pero no puedo dedicarme a la cámara y trastocar el "momento mágico"), después se lanzan de forma algo voraz y durante los 15 minutos que tienen para construir su presentación trabajan alegres y confiados.

    Después empezamos las presentaciones y el resto casi se da solo: comparten ideas, experiencias que vamos plasmando en papelotes grandes o en post-it.

    Nada... un apunte rural.


    De nuevo, gracias por el post
    Paz

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    1. Nosotros empleamos esa misma "técnica" para conectarnos antes de hacer un mapa de empatía.

      Después de identificar al grupo que queremos estudiar, "calentamos" la sesión con un pequeño vídeo. Después y de manera individual expresamos con los prototipos nuestra visión empática. La puesta en común de cada prototipo nos sirve más adelante como información que utilizamos para completar el mapa.

      Tal y como dicen los enamorados del Design Thinking, es invertir el concepto de "Pensar para construir" a "Construir para pensar".

      La utilidad que describes en tu comentario a partir de tú experiencia, me refuerza en la convicción de las múltiples aplicaciones del prototipado rápido.

      Muchas gracias a tí Paz, por pasarte por aquí!

      Un saludo!

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